EL PRINCIPIO DE LA ACUMULACIÓN sin fin que define
al capitalismo es sinónimo de crecimiento exponencial, y éste, como el cáncer,
lleva a la muerte. Stuart Mill, que lo había comprendido, imaginaba que un
“estado estacionario” pondría término a este proceso irracional. Keynes
compartía este optimismo de la Razón. Pero ni uno ni otro estaban equipados
para comprender cómo podía imponerse la superación necesaria del capitalismo.
Marx podía en cambio imaginar el derrocamiento del poder de la clase
capitalista, concentrado hoy en manos de la oligarquía.
LEER CUADERNO COMPLETO EN PDF
No hay comentarios:
Publicar un comentario