sábado, 21 de noviembre de 2015

OLGA RODRÍGUEZ. CÓMO SURGE EL ISIS Y EL PASO AL FRENTE DE FRANCIA

El general francés Gouraud desfilando por las calles de Alepo en 1920

La Cruz sobre la Media Luna

En Siria Francia ejerció su mandato imponiendo sus intereses, violando la independencia que el rey Faisal I había declarado en 1920 y declarando Siria como su “colonia”.
El oficial francés Goraud comandó sus tropas hasta Damasco, ocupó la ciudad y aplastó una revuelta popular contra el mandato de París, en la batalla de Maysalum. Tras ello, Goraud se dirigió a la tumba de Saladino, la pateó y, según se le atribuye hasta hoy, dijo:
“Despierta, Saladino. Hemos regresado. Mi presencia aquí consagra la victoria de la Cruz sobre la Media Luna”.
A pesar de la represión francesa, en los siguientes años se sucedieron varias revueltas en Siria y Líbano en contra de la dominación extranjera. Es importante tener en cuenta cómo esta lleva siendo percibida desde hace décadas. 

domingo, 15 de noviembre de 2015

SANTIAGO ALBA RICO. PARÍS, MÁS ALLÁ DEL DOLOR


Cualquiera que sea el balance final del brutal atentado de ayer en París, y más allá del dolor y la solidaridad, deberíamos tratar de mantener la cabeza fría a la hora de abordar una explosión de barbarie que no es nueva y que, por desgracia, podría repetirse. El efecto inmediato de la violencia extrema es la de borrar todo aprendizaje anterior e imponer respuestas calculadamente emocionales que se ajustan al lógico estado de shock de las víctimas, pero que, tras una momentánea comunión redentora, nos dejan más inermes frente al terrorismo y más sumisos frente a las medidas tomadas contra él.

lunes, 9 de noviembre de 2015

CÉSAR RENDUELES. CAPITALISMO CANALLA

   


   Muchos políticos y científicos sociales intentan convencernos
de que la sociedad de mercado es la consumación de un impulso humano universal: los niños intercambian canicas, los trobriandeses, conchas, y hoy se negocian derivados financieros y derechos globales de emisión de gases de efecto invernadero. Es difícil exagerar hasta qué punto esta supuesta continuidad es engañosa. Casi todas las sociedades han conocido el comercio, sí, pero sólo
como una realidad marginal con un peso muy limitado en su vida en común. El mercado era un lugar concreto —la plaza del mercado— al que se acudía unos días concretos —los de mercado— a intercambiar unos pocos bienes.
   En realidad, vivimos en una civilización única en la historia. Por primera vez una inmensa cantidad de personas basamos nuestro sustento material y nuestra organización social en la práctica generalizada de tratar de obtener ventaja de los demás. No en los estadios, sino en los mercados de trabajo, inmobiliarios, de alimentos, de transporte, culturales, energéticos... Cada mañana, al salir de casa, nos enfrentamos a personas a las que tratamos de
vencer en una sucesión sin fin de desafíos comerciales: venda caro, compre barato. La historia de la modernidad es, en primer lugar, la crónica de la subordinación de toda nuestra vida social a las relaciones comerciales. No fue un proceso automático o inesperado, sino el resultado de luchas políticas desesperadas y aún en curso.