miércoles, 23 de diciembre de 2015

SANTIAGO ALBA RICO. CULTURA Y NIHILISMO.



Ningún sistema injusto funciona, ningún infierno se mantiene en pie, ningún campo de concentración enciende sus hornos, ningún Parque Temático global puede seguir haciendo girar sus atracciones sin la corrupción estética de una buena parte de los condenados. Añado, para evitar cualquier equívoco, que el modelo swedemborgiano identifica "libertad" y "condena" y que, por lo tanto, allí donde no hay libertad no hay condenados sino "víctimas"; y añado también que la mayor parte de los condenados están hoy en las llamadas sociedades "libres" capitalistas mientras que la mayor parte de las víctimas lo están en el resto del mundo; y añado además que la mayor parte de las víctimas lo son, en realidad, no de las bombas o de los ejércitos imperialistas (que también), sino de la corrupción estética de los condenados libres. Es decir, nos guste o no, de nuestra corrupción estética.

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